Esta medida forma parte de una de las prioridades del Gobierno, según ha explicado Teresa Ribera, la ministra de Transición Ecológica

 

Las restricciones que se impusieron hace años con el llamado «impuesto al sol» a quienes querían montar su particular central eléctrica basada en renovables llegan a su fin. Finalmente el gobierno español apuesta por las energías renovables y el autoconsumo energético sin poner más trabas. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado que el Gobierno eliminará el polémico «impuesto al sol», que grava el desarrollo de la energía solar fotovoltaica y el autoconsumo en España mediante un anteproyecto de ley.

La decisión ha llegado gracias a un acuerdo entre las tres instituciones pilares de la UE: el Parlamento de la UE, que ha desempeñado un papel clave en favor de las energías renovables, la Comisión y el Consejo. Todas ellas consideran este cambio de posición sobre las energías renovables el paso más grande hacia un futuro esperanzador para este tipo de plataformas.

El texto del acuerdo especifica como ya se había adelantado que el usuario tenga derecho a ser un autoconsumidor. Todo aquel que lo desee y cumpla con ciertos requisitos podrá instalar un panel solar o un molino eólico para generar electricidad. De hecho podrá producir más energía de la que necesita en su hogar para vender el sobrante a la red eléctrica y a valor de mercado.

Este tipo de cambio tendrá una gran repercusión para las grandes empresas eléctricas, por eso se ha decidido que la nueva normativa entre en vigor en 2021 y así dar tiempo a reestructurar y replantear la línea de trabajo de estas empresas. A partir de entonces los países tendrán seis meses de margen para adaptar sus normativas a esas medidas, y será en ese momento cuando nuestro «impuesto al sol» tendrá que ser anulado. Y hay una importante novedad que afecta directamente a España: al ejercer este derecho, no podrá haber recargos de por medio, al menos hasta el año 2026, con independencia de la potencia que se tenga instalada.

El acuerdo forma parte de los nuevos objetivos de Europa en materia de energías renovables: finalmente se ha establecido que el 32% de la energía producida en la Unión Europea en 2030 proceda de fuentes renovables.

Las nuevas normas de autoconsumo tendrán ciertas excepciones. Por ejemplo, los reguladores nacionales podrán evaluar si las exenciones ponen en riesgo el sistema eléctrico e introducir cargas a ese autoconsumo si es necesario. También habrá un gravamen para instalaciones que produzcan más de 25 kw, pero nunca a aquellas por debajo de esa cifra.

Esta regulación es también una interesante oportunidad no solo para el autoconsumo individual, sino para el colectivo: una comunidad de vecinos podrá por ejemplo instalar (o encargar instarlar) paneles solares en un edificio y que todos los vecinos se beneficien de esa producción tanto para el ahorro en su factura energética como para la venta del excedente. Por eso, se considera una manera ideal de involucrar a los ciudadanos en la transición energética